Por qué debemos erradicar los estigmas sobre salud mental
¿Qué es el estigma hacia la salud mental?
Las personas que tienen problemas de salud mental o que han sido diagnosticadas con condiciones de salud mental muchas veces son tratadas de manera diferente por ese motivo o son directamente discriminadas. A esto se le ha llamado estigma hacia la salud mental. El estigma es un proceso social que incluye etiquetas, prejuicios, aislamiento, discriminación y exclusión que pueda darse en la misma familia, amigos, barrio, lugar de trabajo, centros de salud, etc. El estigma puede llegar a dificultar que las personas que lo requieren busquen y tengan la ayuda que necesitan, o bien, puede llevar a personas a abandonar tempranamente su tratamiento. El estigma, reiterado, llega a tener consecuencias en la vida social, educacional, laboral de las personas. Las personas con problemas o diagnósticos de salud mental tienen mayor dificultad para completar sus estudios,
¿Cuáles son las consecuencias del estigma hacia la salud mental?
Para las personas con condiciones de salud mental:
- Va desde sufrir actos discriminatorios en su vida cotidiana (en el trabajo, escuela o en la calle) hasta que la persona se aísla, siente vergüenza, mantienen aspectos de su vida en secreto, y sus proyectos de vida se truncan por esto.
- Las personas con problemas de salud mental que perciben un mayor estigma creen que su propia condición de salud es algo amenazante.
- Pueden sentir desesperanza, se recuperan mucho menos y tienen una peor calidad de vida por el estigma que sienten de otras personas.
- Las personas que experimentan altos niveles de discriminación también sienten mayor angustia y vergüenza, y disminuye la sensación de que pueden alcanzar sus metas como bienestar.
- Pueden sentir un efecto que lleva a “dejar de intentarlo”, donde dejan de lado actividades que antes consideraban importantes (por ejemplo, buscar un trabajo o tener pareja), porque creen que fracasarán o serán rechazados.
Respecto a su salud
- El estigma y la discriminación que sufren se relacionan con síntomas de depresión (tristeza constante, desánimo, no disfrutar como antes), ansiedad (se sienten más nerviosas, inseguras y concentran muchos de sus pensamientos en repasar acontecimientos reales o que creen posibles, que les generan estrés o malestar), inicio o mayor consumo de drogas y alcohol, riesgo suicida, trastorno de estrés postraumático, psicosis, síntomas físicos (dolores que previamente no sentían o aparecen sin un motivo), discapacidad, y peor recuperación.
- El estigma aumenta el malestar y la duración de los problemas de salud mental.
- En general, las personas que sufren de estigma tienen peores resultados en su salud, como en procedimientos y la recuperación.
Respecto a su vida social
- El estigma y la discriminación que sienten limitan la participación en actividades sociales, en sus escuelas e institutos, en el trabajo, y compartir con otras personas de forma saludable y segura, como la formación de una familia.
- El estigma puede no solo afectar a la persona sino también con quienes se relaciona, como su familia y cuidadores/as, por ejemplo, cuando se culpa a los padres y madres por la conducta y dificultades que puedan asociarse de salud mental de sus hijos.
- Muchas personas con problemas de salud mental ocultan su diagnóstico, evitan hablar de ello y, en adolescentes, destaca el miedo al rechazo.
- Además, muchas personas actúan creyendo que serán discriminadas y anticipan la discriminación, lo que puede llevar a que se retiren de actividades educativas o laborales, se aíslen y eviten a familiares, amigos o vecinos.
Recomendaciones para reducir el estigma
La importancia del lenguaje que usamos:
- El lenguaje, las expresiones y etiquetas que usamos para referirnos a personas y sus condiciones de salud mental es de vital importancia cuando se trata de estigma.
- Las palabras reflejan y refuerzan actitudes y comportamientos que impactan negativamente a las personas.
- Se recomienda que las frases se construyan con la persona primero, como una persona con un problema de salud mental o con una experiencia de vida relacionada a un problema de salud mental. Por ejemplo, la persona con depresión y no la ‘depresiva’, la persona que vive con síntomas ansiosos y no la ‘ansiosa’.
- Es necesario preguntarles a las mismas personas sobre con qué términos se sienten cómodas y utilizarlos. Lo central es preguntar.
- Es mejor evitar frases que pueden victimizar, criminalizar o tergiversar a las personas con problemas de salud mental. Por ejemplo, no se debe asumir la violencia con una persona que vive con esquizofrenia.
La importancia del apoyo y contacto en quienes viven con problemas de salud mental:
- Es importante para las personas que viven con una condición de salud mental mantener y establecer relaciones cercanas, positivas y colaborativas, donde se sientan aceptadas, incluidas y apoyadas, al igual que es necesario para todos.
- El contacto puede ser por cualquier medio, lo importante es que exista. Ocupa redes sociales, llama y reúnete.
- Habla de los problemas de salud mental, deja que sean parte de la vida cotidiana. Decir cómo nos sentimos, contar con alguien y no esconder nuestras vivencias es muy importante para el bienestar y la recuperación.
- Busca personas y grupos que entiendan, acepten y que redúzcanla incomodidad en pedir su ayuda. Recibe el apoyo, la información y acepta los ofrecimientos de ayuda emocional (profesional y de cercanos), esto puede cambiar cómo se viven los problemas.
