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DENGUE

Áreas de riesgo

El dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos y que se ha propagado rápidamente por el mundo. Es una enfermedad endémica en más de 100 países de las regiones de África, Las Américas, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. Las regiones más afectadas son Las Américas, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental.

Transmisión

El principal mosquito que transmite el dengue es el Aedes aegypti y, en menor grado, el Aedes albopictus. El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembras infectadas, los que adquieren el agente al picar a una persona infectada. Las personas infectadas sintomáticas y asintomáticas son los portadores y multiplicadores principales del virus. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; aproximadamente) a los mosquitos Aedes.

Síntomas

El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta potencialmente a toda la población, pero que rara vez resulta ser mortal. Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando presenta fiebre acompañada de dos o más de las siguientes manifestaciones: náuseas, vómitos, exantema, cefalea, dolor retroorbital, mialgias, petequias y leucopenia. Los síntomas se presentan al cabo de un período de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado, y los síntomas duran entre 2 y 7 días. El dengue grave es una complicación potencialmente mortal, cursa con una extravasación del plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Los signos que advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas, y se acompaña de un descenso de la fiebre (menos de 38°C), y de los siguientes signos de alarma: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias, fatiga, entre otras. Las siguientes 24 y 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales, por lo que se debe brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo de muerte.

Tratamiento

No hay tratamiento específico para el dengue. En caso de dengue grave, es importante la asistencia médica en centros de manejo de paciente crítico. Es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales. La detección temprana y el acceso a la atención médica adecuada reducen riesgo de mortalidad.

Prevención

En zonas endémicas con presencia del mosquito y evidencia de transmisión de la enfermedad, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus dengue consiste en evitar la picadura del mosquito:
Uso de mosquiteros en ventanas, puertas y otros puntos de entrada en la vivienda.
Eliminar los sitios de reproducción del mosquito, incentivando hábitos y conductas en la comunidad que favorezcan la eliminación de reservorios de agua peri e intradomiciliarias.
Uso de ropa adecuada, en lo posible de color claro, mangas y pantalones largos, y zapatos cerrados.
Uso de repelente sobre la piel que contenga concentraciones de DEET en un 30%. No aplicar repelentes en menores de 2 meses.