ZIKA
Áreas de riesgo
El virus Zika es transmitido por mosquitos del género Aedes, se han registrado brotes de la enfermedad en África, Las Américas, Asia y el Pacífico.
El primer brote registrado ocurrió en la isla Yap (Estados Federados de Micronesia) en 2007. Le siguió en el 2013 un gran brote en la Polinesia Francesa y otros países y territorios del Pacífico. En marzo de 2015 Brasil notificó un gran brote de enfermedad exantemática que rápidamente se identificó como consecuencia de la infección por el virus de Zika; en julio del mismo año se describió en ese país su asociación al síndrome de Guillain-Barré; y en octubre de ese año se describió la asociación entre la infección y la microcefalia.
Posteriormente aparecieron brotes en la región de las Américas, África y otras regiones del mundo. Hasta el año 2018, 86 países y territorios han notificado casos de infección por el virus Zika transmitida por mosquitos.
Transmisión
El virus Zika se transmite a las personas principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, y sobre todo del Aedes aegypti en las regiones tropicales. Los mosquitos Aedes son los mismos que transmiten el dengue, chikungunya y fiebre amarilla.
Además, el virus puede transmitirse de la madre al feto durante el embarazo, por vía sexual, transfusiones de sangre y productos sanguíneos y trasplante de órganos.
Síntomas
El período de incubación (tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) estimado de la enfermedad por el virus Zika es de 3 a 14 días. La mayoría de las personas infectadas son asintomática. Los síntomas, generalmente son leves, con una duración de 2 a 7 días. Estos consisten en exantemas de tipo maculopapular y pruriginoso, que interfiere en las actividades diarias e incluso dificulta el sueño, y puede estar acompañado de las siguientes manifestaciones: fiebre, conjuntivitis no purulenta, dolores musculares y articulares, malestar y cefalea.
Complicaciones de la enfermedad
La infección durante el embarazo podría causar microcefalia y otras malformaciones congénitas. Asimismo, se asocia a complicaciones del embarazo, como el parto prematuro, el aborto espontáneo y la muerte intrauterina.
La infección también puede ser un desencadenante del síndrome de Guillain-Barré, neuropatía y mielitis, sobre todo en adultos.
Se sigue investigando las estrategias de prevención y control, así como los efectos de la infección en el embarazo y en otros trastornos neurológicos en niños y adulto.
Tratamiento
No hay tratamiento para la infección por el virus Zika ni para las enfermedades asociadas. Los síntomas suelen ser leves, pero si estos empeoran deben consultar al médico.
Las embarazadas residentes en zonas donde haya transmisión del virus, o que presenten síntomas compatibles con la infección, deben consultar al médico para la realización de pruebas de laboratorio y atención médica.
Prevención
Prevención de la picadura del mosquito:
Uso de mosquiteros en ventanas, puertas y otros puntos de entrada en la vivienda.
Eliminar los sitios de reproducción del mosquito, incentivando hábitos y conductas en la comunidad que favorezcan la eliminación de reservorios de agua peri e intradomiciliarias.
Uso de ropa adecuada, en lo posible de color claro, mangas y pantalones largos, y zapatos cerrados.
Uso de repelente sobre la piel que contengan concentraciones de DEET en un 30%. No aplicar repelentes en menores de 2 meses.
Transmisión por vía sexual
Pareja Afectada | Período para prevenir la transmisión sexual |
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Si en una pareja sólo viaja el integrante masculino a un área con riesgo de Zika |
La pareja debería usar preservativo o no tener relaciones sexuales durante al menos 6 meses según OMS, y por 3 meses según CDC.
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Si en una pareja sólo viaja la integrante femenina a un área con riesgo de Zika |
La pareja debería considerar uso de preservativo o no tener relaciones sexuales durante al menos 8 semanas.
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Si la pareja está compuesta por un miembro masculino y femenino y viajan ambos a un área de riesgo de Zika |
La pareja debería usar preservativo o abstenerse de tener relaciones sexuales durante al menos 6 meses según OMS, y por 3 meses según CDC.
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