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Salud mental en ambientes laborales

Salud mental en ambientes laborales

La relación entre salud y trabajo es innegable. El trabajo proporciona a las personas un medio de vida, sentido de propósito y oportunidad de establecer relaciones interpersonales entre otros beneficios. Sin embargo, la evolución del trabajo ha generado nuevos desafíos para que esta relación resulte beneficiosa tanto para los trabajadores como para las organizaciones. Considerando el enfoque de determinantes sociales, el trabajo ocupa un lugar fundamental para la vida de las personas y su salud, por lo que es necesario atender esta evolución del trabajo y a la aparición de nuevos riesgos que se relacionan a él, así como su impacto en la salud mental de los trabajadores/as (Minsal, 2022).

De esta manera el trabajo puede ser un factor protector de la salud mental, pero también puede contribuir a causar daños potenciales. Un entorno de trabajo seguro y saludable favorece la salud mental permitiendo a las personas trabajar de manera productiva; mientras que un entorno de trabajo inseguro puede socavar la salud mental interfiriendo en la capacidad de una persona para trabajar si no recibe apoyo. Una buena salud mental favorece el desempeño (OMS, 2022).

Las personas con trastornos mentales graves tienen más probabilidades de sufrir de estigmatización, siendo excluidas del empleo, afectadas en su promoción y permanencia o recibir un trato desigual en los lugares de trabajo. Asimismo, el desempleo también representa un riesgo para la salud mental (OMS, 2024). Esta estimación puede llevar a las personas que viven problemas de salud mental a mantenerlos ocultos y no buscar apoyo o ayuda cuando lo necesitan.

La OMS ha hecho un llamado para prevenir problemas de salud mental en el trabajo a partir del fortalecimiento de la gestión de los riesgos psicosociales y la promoción y refuerzo de los factores protectores presentes en los lugares de trabajo.

Para lograr este fortalecimiento, la OMS junto a la OIT han entregado lineamientos para abordar la salud mental en los lugares de trabajo a través de:

Prevención

Repensando los lugares de trabajo mitigando los riesgos presentes y evitando que las personas desarrollen problemas de salud mental, a través de la gestión de riesgos psicosociales.

Protección y Promoción

Fortaleciendo la conciencia, habilidades y oportunidades para actuar oportunamente ante problemas de salud mental. Para esto es fundamental la capacitación de supervisores en la esfera de la salud mental para ayudarles a reconocer y responder a las dificultades de las personas con problemas de salud mental.

Desarrollando competencias como la comunicación abierta y la escucha activa, para que comprendan mejor de qué manera los factores estresantes en el trabajo pueden afectar la salud mental y cómo pueden gestionarlos. También capacitar a trabajadores/as respecto de la salud mental, para mejorar el conocimiento en ese ámbito, involucrarse en la gestión y reducir la estigmatización respecto de los problemas de salud mental en el trabajo.

Apoyo y Soporte

A aquellos trabajadores/as con problemas de salud mental para que puedan acceder al cuidado que necesitan, recuperar su salud mental y recibir el apoyo para el desarrollo de su potencial en el trabajo.

Estas acciones deben ser transversales e incluir liderazgo, inversión, derechos, integración, participación, evidencia, compromiso y cumplimiento del marco normativo.

El marco normativo actual de nuestro país relacionado directamente al cuidado y protección de la salud mental de los trabajadores/as incluye la reciente actualización del Protocolo de vigilancia de Riesgos psicosociales en el trabajo. Esta normativa permite medir la exposición de los trabajadores/as a riesgos psicosociales y gestionarlos a través de planes de intervención ajustados a las necesidades de cada lugar de trabajo.

Ley Karin: Ley 21.643

El desafío de generar ambientes laborales libres de violencia implica un cambio cultural en nuestro país. En este contexto, entra en vigencia la «Ley Karin», que contribuye a la salud mental mediante la creación de protocolos de prevención de la violencia basados en los riesgos psicosociales de cada empresa o institución pública, con un enfoque en promover el buen trato en los entornos laborales.

Esta ley también aborda el procedimiento de denuncia e investigación, haciéndolo más claro y confiable. Además, está enmarcada en la ratificación del Convenio 190 de la OIT, que reconoce el derecho de toda persona a un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso, incluidos aquellos por razón de género, constituyendo una violación o abuso de los derechos humanos.

Ley de 40 Horas: Ley 21.561

Esta ley contribuye a la salud mental de los trabajadores al reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas, permitiéndoles mayor tiempo libre. Además, incluye dos medidas de corresponsabilidad: la banda horaria y la compensación de horas extraordinarias por días de feriado adicional.

Ley de Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral: Ley 21.645

Esta ley aborda la compatibilización de las responsabilidades personales, familiares y laborales, mediante medidas concretas y el deber de sensibilización sobre la importancia de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, así como la corresponsabilidad social.

  • Habla abiertamente sobre la salud mental: Así ayudas a reducir el estigma y a crear un ambiente de apoyo.
  • Escucha a tu compañero/a sin interrumpir ni juzgar: Esto permite validar sus sentimientos. Puedes decir cosas como «entiendo que esto debe ser muy difícil para ti» o «lamento que estés pasando por esto».
  • Ofrece ayuda a tus compañeros/as: Pequeñas acciones pueden mejorar el ambiente laboral.
  • Cada vez que lo consideres necesario, pide ayuda: Pide apoyo a compañeros/as o jefaturas cuando lo necesites.
  • Comparte y celebra logros: Celebra los avances conseguidos por los equipos o por los integrantes del equipo.
  • Participa activamente en pausas saludables: Ten una alimentación equilibrada, respeta los horarios de colación y tiempos de descanso.
  • Involúcrate en la organización del trabajo: Participa en planificaciones, evaluaciones, grupos de discusión y consultas a trabajadores/as, para mejorar la salud mental de todos/as.
  • Infórmate y pon en práctica las recomendaciones: Sigue las mejores prácticas para cuidar tu salud mental en el trabajo.
  • Participa en talleres y capacitaciones: Aprende sobre la importancia de la salud mental y cómo cuidarla.
  • Tu apoyo puede ser crucial en momentos difíciles: Si un compañero/a te cuenta sus problemas de salud mental, anímale a buscar ayuda profesional y mantente alerta a las señales.

  • El trabajo es un lugar clave para el apoyo social: Es importante generar y resguardar espacios para conocer cómo están las personas del equipo.
  • No tienes que saberlo todo, pero puedes perfeccionarte: Busca aprender herramientas que ayuden a tu gestión. Liderar requiere habilidades que se desarrollan con el tiempo.
  • Reconoce y valora el esfuerzo del equipo: Asegúrate de reconocer los avances y logros del equipo para mantener alta la motivación y el compromiso.
  • Ofrece tu apoyo y pregúntales cómo puedes ayudar: Pequeñas acciones pueden aliviar el estrés del equipo.
  • Haz saber que estás disponible para conversar: Que el equipo sepa que pueden acercarse a ti si necesitan hablar.
  • Respeta los límites de cada persona: No todas las personas desean hablar de lo que les pasa. Algunas veces basta con decir:
    • “Puedes encontrarme en… si quieres hablar”
    • “Si necesitas algo, podemos hablar en…”
    • “Hazme saber si puedo ayudarte en algo con tu trabajo…”
  • Planifica y sé flexible cuando sea necesario: Esto protege la salud mental de todo el equipo.
  • Mantén la confidencialidad: No comentes lo que te han confiado con el equipo a menos que sea estrictamente necesario. En tal caso, consúltalo con la persona involucrada:
    • “¿Qué quieres compartir con el equipo?”
    • “¿Deseas abordarlo tú mismo/a o necesitas mi apoyo?”
    • “¿En qué momento te parece mejor compartirlo?”
  • Capacitarse en temas de salud mental no es para intervenir, sino para orientar: Esta información será útil cuando se necesite.
  • Recuerda cuidar de ti mismo/a: Busca asistencia en otras áreas de la organización cuando lo necesites. Liderar no es fácil y podrías experimentar un problema de salud mental.

  1. Promueva medidas colectivas para el cuidado de la salud mental, esto fortalece el sentido de pertenencia, la responsabilidad por el cuidado colectivo y el entramado social al interior de los lugares de trabajo.
  2. Promueva la participación de todos los niveles de la organización, incorporando una cultura inclusiva y de apoyo, esto protege la salud mental de todos/as.
  3. Tener una postura clara y consecuente respecto al cuidado y protección de la salud mental en el trabajo, entrega seguridad y aumenta la credibilidad de los trabajadores/as.
  4. Facilite los medios para informar, capacitar e implementar medidas para la prevención y la protección de la salud mental en el trabajo.
  5. Ponga atención sobre las condiciones laborales como dotación, procesos, estructura organizacional, entre otras, esto permite minimizar de forma estructural los riesgos para la salud mental.
  6. Cuente con un plan específico asociado a la salud mental de los trabajadores/as ajustado a la realidad del sector productivo al que pertenece.
  7. Cumpla con el marco normativo vigente en materias relacionadas al cuidado y protección de la salud mental de los trabajadores/as.
  8. Mantenga comunicación con los proveedores de atención de salud locales para garantizar que los servicios pertinentes estén disponibles y cómo pueden articularse.

Ley de Conciliación, respecto a los deberes del empleador:

Ley Karin, deberes de trabajadores y empleadores: