Guía de Práctica Clínica - No GES
Trastorno Ansioso
Descripción y Epidemiología
La ansiedad consiste en una respuesta emocional que se presenta en un sujeto ante situaciones que percibe o interpreta como peligrosas o amenazantes, aunque en realidad no se pueden considerar como tal. Esta manera de reaccionar de forma no adaptativa, tiene un carácter patológico al alterar el funcionamiento normal del sujeto, manifestándose en múltiples disfunciones y desajustes a nivel fisiológico, conductual y cognitivo.
Los trastornos de ansiedad son una serie de cuadros clínicos con características y etiologías diversas, corresponden a aquellas entidades comprendidas entre los códigos F40 a F43 según la codificación CIE 10.
La presente guía de práctica clínica genera recomendaciones clínicas específicas para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (F43.1), agorafobia (F40.0), trastorno de pánico (F41.0), trastorno de ansiedad generalizada (F41.1), cualquier trastorno ansioso, contenidos entre los códigos F40.0 a F43.9.
El trastorno de pánico tiene como manifestación esencial episodios recurrentes de ansiedad intensa, que no se limitan a ninguna situación particular o una serie de circunstancias y que son, por lo tanto, impredecibles. Estos episodios pueden presentar como manifestación el inicio repentino de palpitaciones, dolor torácico, sensación de asfixia, mareos y sensación de irrealidad (despersonalización o desrealización). A menudo existe miedo secundario a morir o perder el control.
La agorafobia agrupa a un conjunto de fobias bien definidas que engloban miedos a salir de casa, entrar a tiendas, estar entre multitudes y concurrir lugares públicos, a viajar solo en autobuses, trenes o aviones, entre otros.
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por constante nerviosismo, temblores, tensión muscular, sudoración, aturdimiento, palpitaciones, mareos y malestar epigástrico. La ansiedad se presenta de manera persistente y generalizada.
El trastorno de estrés postraumático surge como respuesta tardía o diferida a una situación o acontecimiento estresante (de duración breve o prolongada) excepcionalmente amenazante o catastrófica. Típicamente se presentan episodios repetidos de volver a vivenciar el trauma en forma de recuerdos molestos o pesadillas que se producen en el trasfondo persistente de una sensación de “aturdimiento” y embotamiento emocional.
Diagnóstico diferencial
Dado lo polimorfo de los trastornos ansiosos frente al diagnóstico diferencial es necesario plantear varias entidades clínicas, tanto psiquiátricas como de medicina general. Algunas de estas entidades a considerar corresponden a: hipotiroidismo, cuadros orgánicos e inicio de demencias, síndromes vertiginosos, infarto agudo al miocardio y síndromes anginosos, feocromocitoma, síndromes depresivos, esquizofrenia incipiente, entre otros.
Contexto Epidemiológico
La prevalencia de vida de los trastornos ansiosos fue estimada por Vicente y cols. (1) para población chilena mayor de 15 años utilizando la clasificación DSM III, llegando a un 16,2% para cualquier trastorno ansioso (8,7% en hombres 23,1% en mujeres). El trastorno de estrés postraumático llega a un 4,4%. La estimación de prevalencia de último año llega a 9,9% para cualquier trastorno ansioso (3,7% en hombres, 23,1% en mujeres). El en población general mayor de 15 años.
Los trastornos ansiosos más prevalentes durante los 12 meses previos fueron las fobias simples (8%), seguidas de las fobias sociales (6,4%) y las agorafobias (6,3%) y trastorno de estrés postraumático llega a un 4,4%.