Guía de Práctica Clínica - Problema de Salud AUGE N°21
Hipertensión Arterial Primaria o Esencial en personas de 15 años y más.
Descripción y Epidemiología
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica controlable, multifactorial que disminuye tanto la calidad como la expectativa de vida de las personas, siendo responsable del 7.7% del total de años de vida saludables perdidos por mortalidad prematura o discapacidad en Chile [1].
Es el principal factor de riesgo aislado, al cual se atribuye la mayor carga de muertes en Chile, particularmente de la enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y renal. Se estima que 56,4% de las muertes por enfermedad isquémica cardíaca, 56,3% de la enfermedad cerebrovascular, 100% de la enfermedad hipertensiva del corazón, y 55.6% de la enfermedad renal crónica son atribuibles a la presión arterial (PA) sistólica elevada [1] y que reducciones de tan sólo 10 con 5 mmHg en la PA sistólica y diastólica, se asociaría a reducciones de 32% de ACV, 45% de insuficiencia cardíaca y 18% de infarto agudo al miocardio, además de una reducción de mortalidad de todas las causas de un 11% [2].
En Chile, según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, la prevalencia de HTA es de 27.3%, con diferencias significativas según las variables de análisis, Tabla 1.
Tabla 1 Prevalencia de sospecha de HTA según diferentes variables, ENS 2009-2010 y 2016-2017
Esta misma encuesta estima que 68,7% de las personas con HTA conoce su condición, el 60.0% de las personas hipertensas está en tratamiento farmacológico y el 33.3% tiene su PA controlada (utilizando como meta clínica cifras de PA <140/90 mmHg), Ilustración 1 [3].
La carga que impone la HTA no controlada al sistema de salud es demasiado onerosa para ignorarse. Los costos directos anuales en atención de salud atribuibles al control deficiente sumaron $372.000 millones de dólares en los Estados Unidos el 2011, lo que representa cerca de 10% de los gastos totales en atención de salud en el mundo. La mayor parte de estos costos se atribuyeron a la atención de complicaciones, cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular [4]. En Chile, se estima que los costos del sistema sanitario totales para la HTA en 28 millones de USD en 2015 [5].
En virtud de esta situación, Chile priorizó entre los objetivos estratégicos para el decenio 2000 y 2011, el control de la presión arterial elevada, con la formulación en esta última, de una meta sanitaria que se compromete a incrementar en un 50% la proporción de personas con presión arterial controlada.
Esto se ve reforzado y se encuentra alineado con las metas formuladas por la Organización Mundial de la Salud dirigidas a reducir la mortalidad, morbilidad y discapacidad por las enfermedades no transmisibles, entre las cuales está una reducción relativa de la prevalencia de presión arterial elevada de un 25% en relación a la línea basal de cada país.