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6 de diciembre de 2023

Prevención del Suicidio

¿Qué es el suicidio?

La suicidalidad abarca un amplio espectro de manifestaciones, incluyendo la ideación suicida, la elaboración de un plan, la obtención de los medios para hacerlo, el intento de suicidio y perder la vida por esta causa.
Es fundamental considerar el riesgo que cada una de estas manifestaciones conlleva pues todas ellas tienen un factor común que es urgente acoger y atender: un profundo dolor y malestar psicológico que impide continuar con la vida y del cual no se visualizan alternativas de salida o solución (OMS, 2001).
En ocasiones puede existir una clara y consciente intención de acabar con la propia vida, aunque no necesariamente siempre ocurre así. En algunos casos también puede suceder que esté presente una alta ambivalencia con una mezcla de sentimientos. No necesariamente implica el deseo de morir, sino que también puede ser el sentimiento de no ser capaz de tolerar estar vivo.
La suicidalidad no es un trastorno en sí mismo, sino que es una manifestación que puede estar presente en otros trastornos de salud mental, como también en ausencia de ellos.

¿Cuál es la situación actual de este problema?

  • El Suicidio es una de las principales causas de muerte prematura prevenible. En Chile, entre el 2010 y 2019, el suicidio presentó una tasa observada de 11,17 por 100.000 habitantes de edad mayores a cinco años.
  • Tanto en Chile como en el mundo, el suicidio se encuentra entre las primeras causas de mortalidad para la población entre 15 y 29 años. 
  • En Chile, las cifras han mostrado importantes cambios desde inicios del año 2000, registrándose un descenso en las tasas luego de la importante alza registrada el año 2008. No obstante, continúa siendo tema de gran preocupación. Cada vida por suicidio implica una pérdida devastadora para una familia y una comunidad.
  • La mortalidad por suicidio es mayor en hombres que en mujeres, en una relación cercana 4 es a 1. En el país, este fenómeno es similar a lo que ocurre en el contexto mundial, aunque de mayor magnitud. 
  • Al analizar cuándo en el año ocurren las muertes por suicidio, se observa que existen patrones repetitivos en las alzas y bajas del conteo mensual de las muertes por suicidio. A esto se le conoce como estacionalidad, la que mostraría aproximadamente dos periodos en cada año: el primero, caracterizado por la baja en el número de suicidios, desde el mes de febrero hasta el mes de agosto; y un segundo, que muestra un alza en el mes de septiembre, manteniendo niveles altos hasta noviembre y alcanzando los niveles más altos en los meses de diciembre y enero.

Factores de riesgo y protección.

No hay una única causa para el suicidio. En cambio, si es posible distinguir diferentes factores biológicos, genéticos, psicológicos, familiares, de historia de vida y socioculturales que actúan de manera conjunta generando vulnerabilidad en la persona, esto es, mayor susceptibilidad a presentar alguna manifestación del espectro de suicidalidad. Aun cuando podamos establecer elementos comunes, estos factores se manifiestan de manera única, en un determinado momento y con características particulares en cada individuo. Por ello es que este fenómeno es de alta complejidad y dinamismo. Si bien la presencia de estos factores se relaciona con el suicidio, no necesariamente se darán en todos los casos ni tampoco serán un determinante directo. Del mismo modo, su ausencia no significa nula posibilidad de riesgo.

Algunos de estos factores son:

  • ⚠️ Continuos problemas personales, como situaciones financieras difíciles, fracaso académico, la ruptura de una relación, alejamiento o escaso contacto con personas significativas.
  • ⚠️ Sensación de no lograr persistentemente las metas esperadas, en relación a pareja, escuela o trabajo.
  • ⚠️ Ser víctima de violencia, discriminación o acoso. 
  • ⚠️ Exposición a difusión inapropiada de suicidios en los medios de comunicación y redes sociales.
  • ⚠️ Barreras para acceder a la atención de salud y estigma asociado a la búsqueda de ayuda.
  • ⚠️ Suicidio de una persona cercana o con un vínculo significativo.

Algunos de los factores protectores son:

También existen factores protectores que pueden actuar contrarrestando, disminuyendo o amortiguando el efecto de los factores de riesgo, favoreciendo la salud mental de las personas. Estos factores pueden actuar a nivel individual, familiar y social.
  • ✅ Buena cohesión entre los diferentes miembros familiares.
  • ✅ Acceso a recursos de ayuda.
  • ✅ Apoyo social de calidad.
  • ✅ Autoestima saludable.
  • ✅ Habilidades sociales y recursos de afrontamiento saludable ante dificultades.

¿A qué señales estar alerta?

Existen señales directas, más claras e inmediatas de riesgo suicida que indican que una persona puede estar pensando o planificando un suicidio, o con pensamientos recurrentes sobre la muerte. Estas señales pueden ser verbales o aparecer en las actividades cotidianas (ej. escritos, post, comentarios).  También hay señales con cambios más indirectos en el comportamiento que pudieran dar cuenta que la persona está experimentando malestar significativo, un problema de salud mental o experiencia de vulneración, pudiera presentarse junto con pensamientos o planes suicidas.

  • 🚨 Deseos y búsqueda de formas para herirse, matarse, o amenazar con hacerlo.
  • 🚨 Sentimientos de agresividad, desgano, cansancio.
  • 🚨 Desesperanza o no tener razones para vivir.
  • 🚨 Sentir ser una carga para otros (amigos, familia, etc.) o el responsable de todo lo malo que sucede.
  • 🚨 Mayor uso de alcohol, tabaco u otras drogas.
  • 🚨 Alteraciones significativas en el sueño: dormir demasiado o muy poco.
  • 🚨 Aislamiento, alejamiento de familiares y amigos.
  • 🚨 Regalar posesiones preciadas, despedirse de los seres queridos o hablar como que ya no estará más presente.
  • 🚨 Sentirse atrapado(a), bloqueado(a) o sufrir un dolor que no puede soportar.
  • 🚨 Pensamientos y amenazas de suicidio.

¿A quiénes prestar especial apoyo?

🤝 Personas con dificultades económicas

  • La pérdida del trabajo y la recesión económica son factores de riesgo ante el suicidio.
  • Ante dificultades económicas, las personas podrían volverse más retraídas y vivenciar angustia. También pueden sentir que no tienen con quién hablar del tema y no solicitar ayuda.
  • Especial atención en hombres de mediana edad y jefes de hogar, quienes pueden sentir alta presión por no poder llevar el sustento a la familia.

🤝 Adolescentes
y jóvenes

  • Presencia de situaciones complejas tales como el bajo rendimiento y el fracaso escolar (ej. repitencia)
  • Tanto el consumo de alcohol durante periodos de desánimo como su alto consumo de forma episódica (por ej. los fines de semana) se asocia con un aumento de los intentos de suicidio.
  • El acoso escolar (bullying), el ciberacoso y el hostigamiento entre estudiantes puede contribuir a la enfermedad mental, así como también incrementar el riesgo de conducta suicida.

🤝 Personas que sufren discriminación

  • La experiencia de discriminación 
  • Las personas que están en riesgo de sufrir violencia o están viviendo vulneración de sus derechos.

🤝 Personas con problemas y trastornos

  • Los problemas y trastornos de salud mental pueden ser factor de riesgo ante el suicidio.

¿Cómo apoyar a alguien?

Ante señales de alerta, acoge, pregunta y escucha Si alguien tiene intenciones suicidas, es probable que se sienta aislado de todos a su alrededor, asustado o avergonzado por querer morir o también desesperado por ayuda, pero con miedo de preguntar. Necesita a alguien para comenzar la conversación. Esto lo hará sentir que tiene permiso para hablar al respecto y que no tiene que luchar con sus pensamientos en forma solitaria. Preguntar directamente a la persona sobre la presencia de ideas suicidas no aumenta el riesgo de desencadenar este tipo de acto y es el momento para seguir las siguientes acciones preventivas:

  • No juzgar ni reprochar su manera de pensar o actuar.
  • Considerar las amenazas en serio, no criticar, no discutir, no ser sarcásticos, desafiantes, ni minimizar sus ideas.
  • No entrar en pánico.
  • Mantener una disposición de escucha auténtica y reflexiva.
  • Comprender que, por muy en desacuerdo que te parezca la situación, la persona está atravesando por un momento extremadamente difícil en su vida.
  • Utilizar frases amables y mantener una conducta de respeto (por ejemplo: “Estoy aquí para ti y quisiera ayudarte”).
  • Hablar de su idea de suicidio abiertamente y sin temor.
  • Preguntar sobre los motivos que le llevan a querer acabar con su vida y proponer alternativas de solución o entregar apoyo emocional si ya no las hay.

👪Acompaña e involucra a familiares y amistades

  • No dejar sola a la persona en riesgo.
  • Informar a quienes sean más cercanos sobre la situación que está atravesando la persona y de la importancia de darle apoyo.
  • Acompañar manteniendo un contacto emocional cálido, sin ser invasivos atender las posibles señales de alerta, transmitir esperanza frente al tratamiento y evitar conflictos innecesarios.

🛡️Cuida y limita el acceso a medios que pueden causar daño

  • Las personas tienden a utilizar medios letales más accesibles y conocidos. Si ya ha existido un intento previo, es posible que se busque un método más letal si ocurre una próxima vez.
  • Retirar de su entorno todo tipo de material posible de ser utilizado con finalidad suicida.
  • Controlar el acceso a medicamentos y sustancias tóxicas que puedan estar presentes en el hogar.

¿Cómo apoyar a una persona tras un intento de suicidio?

Es importante apoyar la mantención del tratamiento, en especial luego de una hospitalización por riesgo de suicidio. Es importante solicitar al equipo tratante indicaciones para acompañar a la persona en el hogar y sobre cómo continuará su tratamiento.

Los suicidios pueden ocurrir en una fase de mejoría. Aun cuando los pensamientos de muerte no son permanentes y las personas pueden recuperarse, también es posible que el riesgo suicida pueda reaparecer en algunos. Se debe siempre acompañar, sin coartar las posibilidades de crecimiento de la persona.

¿Qué puedo hacer si siento que estoy en una crisis?

Una crisis de salud mental, como su nombre lo indica, es un momento crítico en el que sientes que tu malestar psicológico o emocional es insoportable, que puedes perder el control y necesitas encontrar ayuda y apoyo urgente. Puede ser que sientas un dolor emocional extremadamente intenso o asociado a síntomas de crisis de pánico, ideas de hacerte daño o de querer morir. También puede ocurrir cuando se altera el juicio de la realidad o se presentan alucinaciones. Una crisis de salud mental se puede presentar al inicio de una enfermedad mental, debido a un intenso estrés o experiencias adversas, tales como situaciones de abuso, crisis familiares o económicas. Independiente de lo que gatille la crisis, siempre está bien pedir ayuda.

¿Dónde pedir ayuda?

Ante una crisis emocional o para solucionar dudas respecto al suicidio, se puede acceder a la Línea Especializada de Prevención del Suicidio, marcando desde teléfonos móviles *4141. Esta línea está disponible las 24 horas, todos los días de la semana. 

¿Cómo puedo ayudarme a mí mismo en una situación de crisis?

Aún cuando estas situaciones ocurren sin aviso, si sientes que es probable que te ocurra o te ha ocurrido otras veces, puedes preparar un breve plan de autoayuda que puedas activar en estas situaciones