El ejercicio de la Salud Pública en Chile ha tenido una larga y destacada trayectoria de fomento
y protección a la salud de la infancia, permitiendo mejorar progresivamente los indicadores de
mortalidad materna e infantil durante las últimas décadas. En este contexto, la lactancia
materna es un factor protector clave, por lo que mantener y fomentar prácticas óptimas de
lactancia se configura como parte de las acciones más eficaces para promover la alimentación
saludable desde la primera infancia, evitar enfermedades crónicas futuras y prevenir la
mortalidad precoz. Si bien la coordinación del componente de lactancia materna se encuentra en
el marco del Programa Nacional de Salud Integral de la Infancia, su fomento, protección y apoyo
requiere de la participación de diversos actores, tanto del intra como del intersector, que
trabajen de manera mancomunada en crear entornos y ambientes adecuados para las familias que han
decidido la amamantar.